Existen ciertas enfermedades como la diabetes tipo I, artritis reumatoide, celiaquía, lupus, enfermedad inflamatoria intestinal, tiroiditis de Hashimoto… que están relacionadas con procesos inflamatorios en nuestro organismo. Además suelen ser hereditarias y pueden presentarse en cualquier momento pero son más habituales a mediana edad y entre las mujeres.
No se conoce exactamente la causa, pero se cree que es posible que algunos microorganismos (como bacterias y virus) podrían originar una serie de alteraciones que confundieran a nuestro sistema inmune.
Para combatir esta inflamación en el organismo, debemos tener un estilo de vida que combine una alimentación y hábitos saludables, que englobamos en el protocolo autoinmune.
¿Qué es el protocolo autoinmune?
El protocolo autoinmune o AIP es un método que ayuda a resolver la inflamación que hay detrás de las enfermedades autoinmunes, mediante dieta y hábitos. Tiene como objetivos principales: mejorar el sistema inmune, reducir la alteración intestinal y reparar el sistema digestivo.
En cuanto a características nutricionales, podemos destacar:
- Dieta rica en MACs (carbohidratos accesibles para la microbiota); basada en plantas, algas, especias, tejido animal y microbiota de alimentos.
- Fitoquímicos (son moléculas presentes de forma natural en el reino vegetal con propiedades beneficiosas para nuestra salud) como son los carotenoides, isoflavonas, flavonoides, organosulfurados…
- Pescado, omega3, y aceite de oliva
- Evitar el azúcar y alimentos procesados
- Reducir el gluten
Dicho de otra forma, deberíamos consumir una dieta rica en zanahoria, calabaza, naranjas, manzanas, brócoli, alcachofas, berenjenas, pescado no cultivado en piscifactoría, frutos secos, verduras de hoja verde, aguacate, judías y habas, principalmente.
Además, es interesante consumir a diario hierbas y especias como el tomillo, romero, cúrcuma y orégano.
Como comentamos, además de cuestiones dietéticas, debemos tener en cuenta una serie de factores, que nos ayudarán a reducir la inflamación, como son el ejercicio físico, un descanso adecuado y regular o evitar el estrés.